De barcos y otras cosas.




"Primus circundediste me". Así rezaba el título con el que reconocía el César Carlos, la hazaña completada de dar la vuelta a la Tierra por primera vez, al navegante español Juan Sebastián Elcano. Hasta llegar a esto, habían pasado tres años desde la salida de Sanlúcar de Barameda, de una flotilla de cinco naves entre la que se encontraba la Víctoria, que fue la única que regresó. Volvía a España el 6 de septiembre de 1522, tras haber quedado en el camino a muchos compatriotas, entre ellos al marino portugués Magallanes, que había sido quien mandaba a la salida la expedición. A su muerte, asumió el mando Elcano, que había partido como Contramaestre en la nave Concepción. El viaje se había planteado, para tratar de llegar a las islas de las especias, sin tener que pasar por territorio portugués, lo que se logró, al encontrar el paso del Atlántico al Pacífico, que hoy lleva el nombre de estrecho de Magallanes. Cuatro años después, en el año 1526, en una expedición a las Molucas, muere Juan Sebastian Elcano de escorbuto. Ha pasado el tiempo y en el Ayuntamiento de Sanlúcar, puede verse una placa en la que se cita con sus nombres y misión en el barco, a los tripulantes que llegaron de la primera vuelta al Mundo. Contaban con medios tan rudimentarios como astrolabios, brújulas, correderas, sextantes y poco más, pero les sobraba coraje, valor y fe en lo que estaban haciendo.
Con ocasión de la Exposición Universal de Sevilla del año 92, se creó la Fundación de la Nao Victoria, para divulgar la cultura marítima y la Historia de Andalucía. La Diputación Provincial de Sevilla , la de Huelva, las Cámaras de Comercio y otros patrocinadores, forman parte de ella, habiendo reproducido una nave con las mismas características que tuvo la original Victoria, que ha sido visitada por numerosos interesados en el tema, no sólo en los muelles de Sevilla, sino en muy diversos lugares a los que navegó. El 12 de octubre de 2004, partió de Sevilla, para Aichi en Japón, estando presente en la Exposición allí celebrada en 2005. Regresó felizmente, trás haber navegado más de 26.ooo millas y surcado numerosos mares en los 19 meses que duró la travesía. Su periplo, se benefició de los pasos de Panamá y Suez, que en tiempos de la primitiva Victoria no existían, pero no por ello, deja de ser una hazaña romántica como las que siempre rodean a los barcos a vela.
Muchas más velas así como innumerables metros cuadrados dispuestos a recoger los vientos, pueden verse en el precioso bergantín-goleta, que la Armada Española tiene para adiestramiento de sus futuros oficiales y que lleva el nombre de Juan Sebastián Elcano. Fue botado en marzo del año 1927 y desde entonces, ha dado la vuelta a la Tierra en varias ocasiones. Sus cuatro palos, reciben los nombres de: Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, en recuerdo a los anteriores barcos de adiestramiento que tuvo la Marina Española. También y en memoria del marino de Guetaria del que lleva el nombre, tiene una orla en la que se lee "Primus circundediste me".

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2 comentarios:

Marina-Emer dijo...

Hola, gracias por visitar mi pequeño espacio,y además elogiarme a "La humilde Margarita" ya he leido que te gusta la poesía,pues mira, si te gustara la "miel"estarías visitando un panal,pero cómo te gusta la poesía diste con una escritora,pero poetísa ya que me gusta jugar con las palabras en rimas.

Me ha gustado tu post y además lleno de historia y con la musa de Julio Romero de Torres,enhora-buena y hasta la próxima.
Abrazos
Marina.Pastor

Jaclo dijo...

Gracias por tu visita, Marina-Emer. También por tu opinión sobre mis escritos.
Te visitaré con frecuencia.
Saludos