Ommalisam.

Comienzos del siglo VIII. En la Hispania visigoda, hay un clima de enfrentamiento entre los seguidores del rey elegido: Rudericus y el depuesto Witiza. El primero, desciende de Recesvinto que había legislado entre otras muchas cuestiones sobre la igualdad de los godos y los naturales de Hispania. Witiza, de Wamba. Levanta algunas penas contra los judíos y lucha contra la preponderancia del Papa que amenaza con deponerlo. Un Consejo lo hace así y los partidarios de Witiza, entre ellos, sus hijos Sisebuto y Ebas, así como su hermano Oppas -a la sazón Obispo de Sevilla- unidos a una parte de los nobles, se levanta contra Rudericus. En este clima casi de guerra civil -que aparentemente gana Rudericus- se produce un desembarco de musulmanes en el sur de la Península. Éste parece ser uno más de los que se han producido en años anteriores, pero ahora, los invasores, parecen estar apoyados desde dentro por judíos y algunos de los partidarios de Witiza, entre ellos también, un hipotético Conde Julián que podría haber sido Gobernador de Ceuta, en poder de los godos desde el reinado de Sisebuto, que las leyendas hacen coincidir como padre de una joven de la corte llamada Florinda. Sin embargo, parece más real que este Julián o Iliam, se encuentra por aquel tiempo al servicio ya del Emir Musa Ibn Noseir.
Antes, en el año 710, (91 de la Hégira), Musa, envía a un experto militar -Tarik- con un pequeño grupo de soldados, que desembarca en la hoy llamada Tarifa -la evidencia del nombre lo indica- y logra cautivos, ganados, etc, con los que regresa facilmente al norte de África. Animados con el fácil éxito, se plantean una posterior invasión, mas importante, apoyada también por los disidentes contra el rey Ruderico. De nuevo Tarik Ibn Zeyad cruza el estrecho y desembarca en la hoy Algeciras -(Alghecirah al Adra) o Tierra Verde y de allí, se fortifica en el monte Calpe, denominado después Gebal Tarik, de donde proviene el actual Gibraltar.
Ante estas noticias, el rey dom Rudericus, o don Rodrigo -que curiosamente es el primero al que se antepone el título de dom- deja en Sevilla a su esposa Egilona y se dispone a luchar contra los musulmanes, allegando un ejército importante. Incomprensiblemente sitúa como jefes de sectores o alas, a personajes, que no le son totalmente leales y que tras varios días de combates, en la batalla que se libra cerca del Guadalete el 31 de julio de 711, equivalente al 5 de la luna de Xawal en el año 92 de la Hégira, se pasan a las filas del enemigo y aunque el rey don Rodrigo a lomos de su caballo Orelia, lucha denodadamente rodeado de sus fieles, perece en el combate. Dos siglos después, aparece una tumba en Viseo (Portugal), en que una lápida indica que allí reposa Don Rodrigo, el último rey godo. ¿Cómo llegó hasta allí? ¿Vivo sin haber muerto en la batalla del Guadalete?. ¿Muerto, trasladado por sus servidores, entre los que se encontraba un conde de su guardia llamado Pelagio o Pelayo, que más tarde desde Asturias levantaría la resistencia contra los invasores? De cierto no se sabe nada.
Hacia el 714, los musulmanes al mando de Abdelaziz ibn Musa, nombrado Walí o Emir del sur de Hispania, continúan hacia el norte de la Península la ocupación. Tras asediar Mérida y otros castillos como Magacela, conquistan estas plazas y entre los cautivos encuentran a Egilona, viuda de don Rodrigo, joven y de gran belleza, trasladándola a Sevilla. El Emir se prenda de ella y la desposa, fijando su residencia en un palacio de los alrededores de la ciudad. A la bella Egilona, la llama con el apelativo de Ommalisam, que al parecer en árabe significa "la de los lindos collares". Abdelaziz, es un gobernante que une la tolerancia con otras virtudes, lo que lo malquista con los fanáticos religiosos de la época, que no ven bien se haya casado su Emir con una cristiana, y que hacen llegar hasta el Califa de Damasco, que la cristiana, le incita para que se proclame rey independiente de la Bética, incluso colocándole la corona que había sido de su esposo don Rodrigo. El Califa, ordena su muerte, lo que realizan los conjurados a traición, mientras Abdelaziz reza sin temer nada en la Mezquita. Su cabeza es enviada a Damasco y de la nuevamente viuda Egilona, "la de los lindos collares", o en árabe Ommalisam, que había sido la última reina visigoda y esposa del primer Emir de la Bética, la Historia sólo indica que muere en el año 718.
____________________

Estrella olvidada.


Olambrilla olvidada
que señala el norte
como una Polar cerámica,
en lo alto de la torre antigua
casi desmochada
por las lluvias
y el tiempo inclemente
y que sin embargo,
aún aguanta...
Solitaria, cual una vieja dama
que abandonada en su mundo,
muestra un gesto adusto
en su cara, que
a veces nos enseña una vieja foto en sepia,
con unos ojos reidores
en otros tiempos ya idos,
-muy, muy lejanos-
que nos sorprende al verla,
rodeada de amigas
que ya se fueron...

Y la vemos tan bella,
siendo el centro de la fiesta,
que nos quedamos absortos en un silencio
pensante y por asociación de ideas,
nos llega la muda pregunta:
¿Cómo serán los recuerdos
de la estrella pequeña,
que aún brilla en la torre vieja?
________________

El pato


El pato, anda torpemente,
pero, ágilmente nada.
Su cuerpo fusiforme,
se desliza rapido
y suave sobre el agua.

Sus patas de dedos unidos,
que le hacen lento en tierra
en el agua le sirven de
remos anchos como palas
con los que raudo nada.

Rápido y seguro,
muestra su elegancia.
Y nos mira diciendo:
Me dijiste torpe y
ahora ¿Qué pasa?

Si yo te juzgara nadando en el agua,
te diría seguro
que no dabas la talla.
Que al salir de su medio,
cada quien, no es nada...

_____________________

El Carnaval


Un año más, llega el Carnaval. La fiesta pagana por excelencia, con la que desde muy antiguo la gente trataba de olvidarse de los problemas cotidianos, viviendo o representando otras vidas, casi siempre muy diferentes de la que habitualmente lleva. De ahí, los disfraces, las máscaras y toda la parafernalia con que se arropa esta fiesta, que no fue en sus inicios más que un rito para con la naturaleza en el final del invierno.
De antiguo; Sumeria, Egipto y después Grecia y Roma, tuvieron estas celebraciones más que iniciáticas, participativas sin demasiadas cortapisas, en las que podían realizarse actos que comunmente estaban prohibidos: beber vino hasta emborracharse, mezclarse esclavos con libres, etc, etc. Podían llamarse: Lupercales, Bacanales o Saturnarles, pero mas que celebraciones propiciatorias, -aunque también tuvieran sus ritos- eran una ocasión para que las costumbres se relajaran y divertirse lo más posible.
Durante un largo período de tiempo, en España, estuvieron prohibidos los Carnavales y a algunas generaciones, estas fiestas, nos han llegado tarde. Con excepción de la ciudad de Cádiz, en la que eufemísticamente se llamaron Fiestas Típicas, la celebración del Carnaval no estaba autorizado. Después, se ha tratado de buscar una relación inexistente a mi juicio, entre estas fiestas y la posterior Cuaresma cristiana, basándose en que tras el exceso de diversión llegaba la posterior penitencia, como la de abstenerse de comer carne los viernes siguientes, salvo que se comprara un privilegio llamado Bula, pero hasta esto se ha quedado totalmente defasado, porque la carne ahora es más barata que el pescado y resultaría un espíritu penitencial algo sarcástico, tomar bacalao (que como pescado está tolerado), en lugar de carne de pollo.
En la actualidad, en España, son famosos numerosos lugares por sus Carnavales; Cádiz, Tenerife, etc. En otros países, desde el elegantísimo de Venecia al de Río de Janeiro, hacen por unos días que una buena parte de la población se disfrace de lo que no es y trate de vivir de otra manera. El Carnaval, como toda manifestación lúdica de masas, es dificil de encasillar, y quizá por eso mismo, tiene sus defensores y sus detractores.


__________________

Puente reconstruido y jubilado.


Cuando he vuelto a verte:
puente de la época califal,
te he visto reconstruido.
Tus viejos adobes árabes,
sobre los que pasaron
Abencerrajes y Ziríes,
blancas capas al viento,
cubiertos con yelmos de hierro
enfundados en turbantes albos,
merecían un descanso
y se lo dieron.
Pero... justo al lado,
construyeron una pasarela
de hormigón y acero,
mucho más ligera,
quizá más esbelta,
pero...
en ella no crecerá la verdina
y pasará mucho tiempo,
para que de ella se puedan contar
historias...

Y tú, vives de tus recuerdos.
Tampoco por ella pasarán caballos
al galope,
guiados por jinetes imposibles,
que sólo son reales en los sueños
y hasta los cipreses
que te rodean,
al verte remozado se alegraron,
pero al verte jubilado,
se entristecieron...

_______________

Minutos en la tarde.

Baja el agua con impulsiva
corriente.
Desplazándose rauda,
encajonada
entre las orillas resecas.
A intervalos
de imposible cálculo,
aparecen matas y juncos
que a su amparo medran.
El sol tibio de invierno,
se refleja en las ondas pequeñas,
que al impulso favorecido
por la pendiente del regato,
la corriente aumenta.
El tiempo parece no seguir
el mismo ritmo,
al ver simplemente pasar,
embobado por el monótono
y a la vez distinto movimiento,
del suave pero duro
amolador de piedras,
que en su lecho se pulen
lentamente
con el roce del agua...
Unos patos se mueven con la elegancia
que aquella les presta
y que al abandonarla,
también les abandona a ellos.
La contemplación
de la sencilla estampa,
nos servirá un tiempo
mientras volvemos a la agitada
autopista,
distante tan sólo;
unos decenas de metros.
La vida habitual, vuelve
y con ella,
el Sol que busca el Poniente,
tratará de entrar en nosotros
a través del parabrisas
obligándonos a proteger los ojos,
al carecer ahora
del atenuado filtro de unas ramas,
que el otoño dejó sin hojas,
pero que a pesar de ello,
nos cobijan y nos arropan...
Y el sonido,
ese son acompasado y relajante
del agua sobre las piedras,
en el recuerdo reciente,
tratará de imponerse
al rítmico también del motor
y el del aire al rozar
en los cristales del coche...

____________________

"El mechero" y el Puente de Triana.



Viniendo del Altozano en Triana hacia el puente de Isabel II por la acera de la izquierda, nos encontramos con un pequeño y bonito edificio de los años 20 del siglo pasado, del que fue autor el Arquitecto don Anibal González. Su estilo es inconfundible y en éste concretamente, se aunan los elementos neomudéjares de su torre-campanario de planta octogonal, que recuerdan a la Giralda y las cúpulas que lo hacen a su otra obra emblemática: La Plaza de España. Los azulejos son trianeros de su época y autoría del ceramista don Emilio García . Sobre la cúpula mayor, hay otra con columnas y bajo ésta, pequeñas estatuas de las santas Justa y Rufina con una Giralda entre ellas. El Ayuntamiento de Sevilla, encargó al Arquitecto la obra en el año 1924, siendo terminada cuatro años más tarde. Desde entonces, está dedicada a Capilla de la Virgen del Carmen, en el lugar marinero por excelencia de Sevilla. Popularmente, debido a su forma, que recuerda la de un antiguo mechero de yesca, se la llama coloquialmente "el mechero".
A continuación, se pasa por el puente de Isabel II, conocido mundialmente como "de Triana". Éste, es obra de los Ingenieros franceses Sres Bernadet y Steinacher, que lo proyectaron basándose en otro puente que existía en París sobre el río Sena, llamado del Carrousel. Las características piezas de fundición, fueron hechas en Sevilla y dieron al conjunto un aire especial que nos recuerda a la torre Eiffel. La obra se comenzó hacia 1847 y se terminó en el año 1852. Vino a sustituir a un viejo puente de barcas que con las reparaciones lógicas, había existido para comunicar Triana con Sevilla, desde la época de los almohades, cuyo Emir, Yusuf mandó construir en el año 1170, el referido puente de barcas, citado en todas las crónicas, así como la cadena que cerraba el puerto, que fué rota en el asedio a Sevilla por el Almirante Ramón Bonifaz hacia 1248, en tiempos del Rey Fernando III.
Mas recientemente, en el año 1977, fue restaurado el puente de Triana, dirigiendo las obras el Ingeniero don Juan Batanero, instalando un nuevo tablero, que no se apoyaba ya en los conocidos aros, quedando éstos al parecer sólo como elementos decorativos.


______________________

El conjuro.

Al conjuro del nigromante,
creí ver a un ser alado
que apareciendo a mi lado
dejó un perfume enervante,
llenando de luz centelleante,
el aire que había agitado,
que al marchar quedó apagado
con su estela electrizante.
¿ Qué importa que aquel instante,
fuera vivido o soñado?
Solo importa, haber estado
allí, aquel segundo importante.

________________

La tarjeta.

Don Ezequiel tenía ante sí, a una persona vestida corectamente, pero también de una manera sobria. Ni alta ni baja, que representaba tener unos cuarenta años, con una media sonrisa dibujada en el rostro, en el que resaltaban además de aquella, unos ojos vivaces y unas enormes gafas de montura metálica.
Accedió a recibirla, más por extrañeza que por otra cosa, debido a lo que leyó en la tarjeta que le pasó su secretaria:
José María Ervigio y Záuñiga
Ingeniero Industrial y
Experto en descifrar desconchones, manchas y otras manifestaciones
Presidente de Ervigio y Záuñiga S.A.
Cuesta de la Basterrechina 32,
Polígono de la Basterrechina.
Madrid.
Tras invitarle a sentarse, le habló:
-Vd, dirá, Sr. Ervigio.
-Gracias por recibirme, don Ezequiel. Supongo un poco su sorpresa ante mi tarjeta.
-En efecto. Puedo entender lo de Ingeniero, pero lo de Experto...
-Comprendo su estupor, pero ante todo, deseo hacerle llegar una inquietud que he conocido hace dos días, en que "casualmente" he pasado por la puerta de su fábrica. Le ruego que considere lo que voy a manifestarle, como una cosa totalmente real, por extraño que pueda parecerle. Piense que por mi formación técnica, estaba habituado a un pragmatismo total en mis juicios, pero ahora...
-Precisamente es lo que no entiendo, que una persona, con una supuesta formación técnica, hable de algunos temas, un poco...
-¿Sonando a fraude?
-Vd. lo ha dicho, no yo, pero dígame por favor el motivo de su visita.
-Verá, don Ezequiel. Llevo cinco años, en los que sin saber muy bien por qué, veo escrito el futuro con una claridad total -puedo ofrecerle multitud de testimonios que avalan lo que afirmo- sobre muy diferentes temas.
-¿También respecto a mi Empresa?
-He visto una mancha de pintura en una columna que soporta la cancela de acceso a su fábrica y...
-Acabáramos. Esa mancha fue echada hace unos días, por un grupo de trabajadores descontentos que hubo que despedir y he decidido dejarla allí, porque considero, es una prueba palpable de la sinrazón que han demostrado, a pesar de los razonamientos que les hicimos para tratar de llegar a un acuerdo, que por otra parte no se merecían.
-Sí. Eso es el principio, pero la realidad se esconde en la forma. Verá Vd, llevo años comprobando que lo casual, no es más que una representación de lo causal.
-Por favor, le ruego que abrevie, porque estoy esperando una visita importante, entre otras muchas cosas que debo hacer hoy y con sinceridad, no creo una palabra de lo que me está diciendo.
-¿Y si le dijera que no sólo conozco su hoy, sino también su mañana?
-Tonterías.
-¿Cómo podría saber entonces que esta mañana se ha levantado con un enorme dolor en el costado izquierdo y que después ha tropezado en la escalera de su casa cuando se disponía a venir aquí?
-Se trata de una broma de mi mujer.¿No?
-Le estoy hablando con total seriedad y además con una cierta preocupación por no saber si he llegado a tiempo.
-¿A tiempo?
-Sí. A tiempo de evitar lo que se cierne sobre Vd.
-Mire, José María, le ruego que me disculpe, pero tengo un día atroz y no puedo dedicarle mas tiempo.
Pulsó el timbre de la mesa y al momento, apareció en la puerta, una secretaria que sin pronunciar palabra, escuchó a don Ezequiel decir:
-Por favor, Carmen, acompañe al Sr. Ervigio hasta la salida.
Y dirigiéndose a aquel:
-Muchas gracias por su interés, pero en este momento no puedo atenderle más.
-No me dé las gracias aún, -contestó el visitante- Si cambia de opinión, llámeme a cualquier hora a los números de teléfono que figuran en la tarjeta que le entregué.
Se levantó del asiento y con una sonrisa que no era ni de soberbia ni de humillación por la invitación a que se marchara sin oirle, salió del despacho, con la seguridad de que antes de mucho tiempo, don Ezequiel le llamaría bastante más preocupado de lo que se mostraba ahora.
Don Ezequiel Redondo y Fonsecha, estuvo a punto de tirar a la papelera la tarjeta del extraño visitante, pero antes de hacerlo, recordó lo que le había dicho sobre su tropezón y con un poco de duda, la guardó, ya que lo del dolor, lo había comentado con su mujer, pero lo del tropezón, no lo había visto nadie más que él. ¿Cómo podría saberlo entonces el sr. Ervigio? Se quedó algo intrigado, pero no le duró mucho esta preocupación, ya que la secretaria le anunció, estaban en la antecámara del despacho los visitantes que esperaba.
Éstos, eran comisionados de un importante consorcio japonés, con el que estaba en conversaciones desde hacía unos meses, para una posible participación en su Empresa, a fín de facilitarle la penetración en los mercados de Asia. Se incorporó de su asiento y los recibió con la mas cordial de sus sonrisas. Eran tres japoneses, muy parecidos entre sí, y con un gesto practicamente idéntico en sus caras. Trás las múltiples reverencias de saludo y las frases protocolarias habituales, el dirigente del grupo, entró en materia, después de numerosos rodeos.
-Como ya venimos hablando desde hace un tiempo, parece ser que el Consorcio que representamos, ve un cierto interés recíproco, en aportar un porcentaje importante a su fábrica, a fín de facilitar la expansión conjunta en Asia, que se prevee muy interesante a medio plazo, pero hay un ligero escollo -como dicen Vdes- y esto, nos condiciona y preocupa en estos momentos.
-Vdes dirán.
-Se trata de una mancha de color amarillo, que inexplicablemente para nosotros, desde hace unos días, aparece en la entrada de la fábrica.
-¡Ah, la mancha! Les cuento: Un pequeño grupo de trabajadores, a los que se les rescindió el contrato por faltas reiteradas y graves, han mostrado la clase de lo que consideran dialogar, lanzando unas latas de pintura contra la entrada de la Empresa y nos ha parecido que debíamos dejarla allí, como muestra de la intolerancia de esa minoría.
-Entiendo, -dijo uno de los comisionados-, pero Vd, parece desconocer lo que representa la forma que tiene esa mancha.
-¿Forma, dice?
-En efecto. Cualquier persona de nuestra Empresa ve en ella una caricatura perfecta de nuestro Director, el honorable Saiko-San y por si fuera poco, hasta aparece un esbozo de la muleta con la que se ayuda en la cojera que le produjo su heroico comportamiento en la II Guerra Mundial.
-Ahora mismo, doy orden para que desaparezca esa mancha, pero por supuesto les aseguro, que es una cosa totalmente accidental y en cuanto al parecido que encuentran, creo que ninguno de los "pintores" -por llamarlos de alguna manera-, conocen ni de referencia al honorable Saiko-San.
-¿Está diciendo que es una casualidad? ¿Vd. no sabe que una de las máximas en que se basa la Saiko-San Corporation es que la casualidad no existe? Creo que debemos posponer esta conversación, hasta que el honorable Saiko-San, nos indique a la vista de lo acacecido, el comportamiento adecuado a seguir. Si le parece, mañana, volveremos por aquí a la misma hora y continuaremos la conversación.
Y levantándose los tres japoneses, hicieron una reverencia -diríamos que exacta en ángulo de inclinación los tres- y se despidieron con una media sonrisa, también idéntica hasta el día siguiente.
Don Ezequiel, se quedó sin saber qué decir, ni qué pensar. Al rato, se acordó de la tarjeta del extraño visitante y totalmente abatido, empezó a marcar uno de los números que aparecían allí indicados.
-¿Don José María?, soy Ezequiel Redondo...
_______________

Azoteas superpuestas.


Azoteas superpuestas,
inquisidoras atalayas,
que escuadriñan a lo lejos,
ojos llenos de esperanza
si al rio arribó la fragata.

Informadoras antiguas
de que era realidad
la llegada,
al ver surto ya en los muelles
al barco que se esperaba...
Ya se acaba la zozobra,
palabra,
nunca mejor empleada,
que hasta que llegaba a puerto,
la fragata peligraba...

Ya se arriaron las velas.
Mañana, comenzará la descarga,
que hoy, abrazar marinos
es la tarea mas amada.
Que con hoy amaneció el día
de la cumplida esperanza...
____________________


En la tarde lluviosa.

Circulaba sobre el costurón antiguo,
que la herida grisacea,
había construido
sacrificando millares de olivos.

Todo el día caminando,
cansado el cuerpo,
abatido el espíritu,
lleno de melancolía entre aquel mar de olivos
y al mirar por la ventanilla del coche,
pensé que nada había cambiado
desde que don Antonio
lo dejó escrito:

"Tiene Cazorla nieve y
Mágina tormenta, su montera
Aznaitín hacia Granada,
montes de sol y piedra.
Por el fondo del valle
el río agua turbia lleva"

Y yo; cansado, triste y abatido
busqué donde quedarme aquella noche
y acurrucado en la chimenea
de un mesón junto al camino,
dejé pasar las horas
en un duermevela pensativo...

__________________
Jaén, marzo de 1999

Isla imaginada


Nube fugitiva
sobre el azul de un cielo
límpido,
representación imaginada
de un isla,
de la que un cartógrafo romántico
mantiene ocultas
sus coordenadas.

Un espejismo insólito
proyectó tu silueta
ilusionante y blanca,
pero ignorando en cual
de los siete mares,
se hallan tus calas,
eres como un amor imposible,
que solo se entrega a quien la ama.

Isla, quizá mediterránea..,
de ignoradas coordenadas,
solo un azar inesperado,
dará a conocer la belleza
en tí albergada,
porque tu descubridor celoso
no quiere que te conozca nadie
que sin remedio,
de tí se enamorara...
Apunto una idea:
¿Quizá Mallorca te llaman?
______________________

Algo de este tiempo.

En las mañanas de invierno,
bien temprano,
antes de que salga el sol,
por las aceras de las ciudades,
cubiertos con bufandas
enormes,
encajados en sus cochecitos.
Quizá envueltos en plásticos
amparadores de la lluvia,
multitud de seres pequeños,
son encaminados a las guarderías...

Las madres apresuradas,
desean que no les falta de nada,
pero,
conscientemente o no tanto,
les privan durante horas
de lo más preciso:
su compañía y su afecto.

Los veo
apenándome su hoy desarraigado y
su mañana incierto.
Es necesario, se me dirá
-y no lo niego-
pero...¡Son tan pequeños...!

A veces, van dormidos.
Otras, sonriendo bien despiertos,
pero cuando se separan
de su madre...
hasta que la recobran,
¡Qué largo ese destierro...!

________________

La Diligencia.



De nuevo traigo una pintura de Juan Miguel Sánchez, situada en el mismo lugar en el que estaba la que fotografié y traje a este espacio hace aproximadamente un mes. Como en aquella ocasión, también aquí, contemplamos algo desde detrás de una mujer. En este caso, una pastora, que ataviada más o menos flokloricamente, presenta a mi juicio un contraste -que quizá es lo que el pintor quiso dejar plasmado con sus trazos vigorosos y precisos- entre la vida presumiblemente pausada de la pareja de pastores en el campo y la vorágine de la diligencia que aparece rápida, levantando el polvo del camino y cambiando por un instante la tranquilidad del lugar, llevando en su interior a personas, con una vida radicalmente distinta a la de la pareja que las contempla.
La postura y expresión del pastor, es de indiferencia ante lo que posiblemente desconoce y no parece que le interese mucho. De la mujer, vemos una especie de saludo con una rama, posiblemente de romero, pero se supone, el móvil básico es la curiosidad ante la novedad que representa, atisbar aunque sea solo por unos instantes a otras mujeres, ataviadas de otra manera -manifiestamente mejor vestidas que ella-, con menos obligaciones y posiblemente con un destino mas divertido. Por contra, no parece con su saludo guardar resquemor alguno y se muestra cual es, incluyendo la pequeña coquetería de las flores silvestres en el sombrero. En la época que retrata la pintura, no había radio de transistores que puntualmente informara de todo, ni revistas del corazón en las que poder ver; vestidos o tocados diversos a la última moda de la ciudad. Sólo, el vertiginoso paso de la diligencia, arrastrada por los seis caballos al galope, como una ventana pequeña a otro mundo, que la pastora contempla en unos instantes y de los que quizá, saque tema de conversación para mucho mas tiempo del que duró el suceso vivido.


_______________________




Pensamiento intrascendente.


Ha llovido.
El suelo espejeante,
memoriza las pisadas
del apresurado paseante,
que abstraido
mientras por él pasa,
solo piensa
en no resbalarse...

____________

La Constelación de la W.

Los humanos, acostumbramos a establecer comparaciones entre elementos que no conocemos, con otros mucho más cercanos. En este caso, si hablamos de una Constelación cuyas estrellas principales se asemejan a la W, pensamos en la denominada Casiopea. Esta Constelación, más bien pequeña, es conocida desde muy antiguo y perfectamente identificable en el hemisferio norte. Si atendemos a la Mitología, lleva el nombre de una reina de Abisinia, esposa de Cefeo y madre de Andrómeda.
El astrónomo ingles John Flamsteed, autor de la "Historia Celeste Británica" y del Catálogo que lleva su nombre, en el que estudia cerca de 3.000 estrellas a finales del siglo XVII y principios del XVIII, indica que esta constelación, tiene unas cincuenta estrellas, siendo las principales, cinco, que constituyen la aparente W. Independientemente de que se clasifiquen de acuerdo a su brillo; alfa, beta, etc antepuesto al nombre de la Constelación, pueden identificarse por sus nombres propios, siendo éstos: Shegin, Ruchbak, Cih, Shedar y Caph. La más brillante, la amarillenta Shedar, siendo Shegin la menos luminosa. Si al ángulo formado por Shegin, Ruchbak y Cih, imaginariamente le trazamos una bisectriz, ésta, nos determinará la Estrella Polar situada en la Osa Menor.
En el seno de esta Constelación, el astrónomo Tycho Brahe, en el año 1572, descubrió una super nova, que duró visible algo más de un año.
El escritor americano Edgar Allan Poe, sitúa en esta estrella, dentro de su poema Al Aaraaf, el lugar en el que existe el Paraiso y a la vez el Infierno, basándose al parecer, en que una Sura del Corán, localiza un lugar al que se destina a los que no han sido ni excesivamente buenos ni excesivamente malos, en espera de que Alá les conceda el Paraíso a un lugar que recibe el nombre de Al-A-Raaf.
Por último, según la situación del observador sobre la Tierra, la W, puede verse así o invertida, formando entonces, lo más parecido a una M algo extraña.
________________