Esbozo.


Entre dos torres contiguas,
de la muralla del Alcázar,
un naranjo añoso
sus ramas muestra.

Un suelo ajedrezado,
ahora medio en sombra,
teme que pasen las horas
y casi eche humo la tierra...

Por encima de un tejado vecino
tímidamente asoma
una palmera esbelta.

Más adelante, unos jazmines
insolentes,
sus ramas olorosas muestran.

Y en lo alto de una almena,
un gorrioncillo desconfiado
la calle otea...

En la muralla, indiferentes
al paso del tiempo,
-casi desde siempre-
están las mismas piedras...

Tan solo hay dos cosas
que con lo demás no concuerdan:
la farola para las noches
y la señal de tráfico, modernas...

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2 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Belleza toda. Tu descrpción, maravillosa. La foto: espléndida amigo.
un abrazo

Jaclo dijo...

Gracias, Nerina. Como siempre, valoras en más lo que escribo.
Saludos