Desde abajo...


Desde abajo...¡Qué alta!
Estilos diversos en amalgama;
labrados ladrillos,
piedras romanas,
balconcillos renacentistas
que dan base
a lobulados ajimeces,
por los que la luz
se filtra a las internas rampas...

Más arriba, el cuerpo de campanas
que sustituyó un día
a las abatidas bolas doradas
que un terremoto
hiciera aterrizar
y más arriba aún,
cuatro jarras llamadas terrazas,
con un ramillete de flores
labradas...

Se sigue subiendo y hasta la veleta,
que gira y gira:
Giralda.

Allá abajo, queda Sevilla,
siempre mirándote,
admirada siempre.

Y tú, desde lo alto,
Giralda,
hacia todos los rumbos
de los vientos
que mires, ves la ciudad
con ojos de enamorada...

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2 comentarios:

Nine dijo...

Preciosa de verdad la Giralda, me recuerdo subiendo las rampas hasta llegar a lo alto de la torre, era una chiquilla y me hizo mucha ilusión ver toda Sevilla desde ahí.

La foto, magnifica.

Saludos afectuosos Jaclo.

Jaclo dijo...

Gracias por tu visita. Celebro que te traiga gratos recuerdos.
Saludos.