En Sanlúcar junto al rio. (1ª parte)


Era una tarde en Sanlúcar.
Y en la orilla del Gran Río
me encontraba ensimismado,
mientras veía reflejarse
en sus aguas que espejean,
ramas verdes de los pinos.

Y en esta ribera mágica
que a lo largo de los siglos
habitaran tantas razas,
con sus costumbres y ritos
tan diversos y distintos,
en ese lugar de Gracia,
el de los dioses propicios,
pedirían buena caza,
lograr buena pesca
o vivir simplemente un día más,
junto a la orilla del río...

¿Quién sabe qué pedirían
a los Druidas de los bosques
los aborígenes antiguos?

Y entonces yo me dí cuenta,
por qué, era mágica el agua
gris-verde-azulada del río...

Pensé en la diversidad que tiene
al proceder de tan lejos
y pasar por tantas tierras,
hacíendo su unidad de ahora
resultado de una mezcla
y nó un conjunto homogéneo,
sino una amalgama sabia,
que cuando al fín llega unida
otra vez se mezcla y bate
y la mar, que la está esperando,
acogiéndola, la sazona,
dejando -como a mí ahora-
al aborigen antiguo, pensativo...

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2 comentarios:

radioblogueros dijo...

Hola. Somos un grupo de periodistas blogueros que hace radio cada viernes. Hemos descubierto tu blog navengando en Internet y nos ha gustado mucho, sobre todo tu presentación. Es genial. Y este poema a Sanlúcar, precioso. Dan ganas de estar allí, en la orilla del 'Gran Río'. Saludos radiofónicos ;)

Jaclo dijo...

Gracias por vuestras palabras. Desde ahora, ya no sois solo visitantes, sino invitados para que volvais cuando lo deseeis.
Saludos