Desde abajo...¡Qué alta!
Estilos diversos en amalgama;
labrados ladrillos,
piedras romanas,
balconcillos renacentistas
que dan base
a lobulados ajimeces,
por los que la luz
se filtra a las internas rampas...
Más arriba, el cuerpo de campanas
que sustituyó un día
a las abatidas bolas doradas
que un terremoto
hiciera aterrizar
y más arriba aún,
cuatro jarras llamadas terrazas,
con un ramillete de flores
labradas...
Se sigue subiendo y hasta la veleta,
que gira y gira:
Giralda.
Allá abajo, queda Sevilla,
siempre mirándote,
admirada siempre.
Y tú, desde lo alto,
Giralda,
hacia todos los rumbos
de los vientos
que mires, ves la ciudad
con ojos de enamorada...
_________________
2 comentarios:
Preciosa de verdad la Giralda, me recuerdo subiendo las rampas hasta llegar a lo alto de la torre, era una chiquilla y me hizo mucha ilusión ver toda Sevilla desde ahí.
La foto, magnifica.
Saludos afectuosos Jaclo.
Gracias por tu visita. Celebro que te traiga gratos recuerdos.
Saludos.
Publicar un comentario