Amargas palabras

Me resultaron
amargas tus palabras.

Por inmerecidas,
por insólitas,
por injustas,
por impropias,
por inesperadas,
por ilógicas,
por excesivas,
pero sobre todo
porque no eran reales.

Tus palabras, si lo eran,
pero el tema a que se referían
era imaginario
y como tal,
irreal.

Pero como las oí,
me resultaron amargas
como sabe el agua, después
de haber tomado melón.
Y sin embargo...
Una y otra vez,
se vuelve a beber...

La comparación mejor
que hice de ellas, fue:
Como el agua salobre
que no refresca y amarga...
Pero...no será ésta
la última vez que la beba...

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