Sin palabras.

Mi nieta iba paseando,
como suelen andar los niños:
dando saltitos, subiéndose
en las aceras, bajándose
y entre sus abuelos.

Su mano izquierda
en la de su abuela.
La derecha en
la izquierda de su abuelo.

De pronto, como un chispazo,
me asaltó un pensamiento...
¿Cómo será mañana en esta niña,
de su abuelo el recuerdo?

Duró tan sólo un instante.
Dejé de darle importancia
a lo venidero,
procurando que ahora que yo podía
hacerlo,
fuera feliz su momento...

___________________

4 comentarios:

Arantza G. dijo...

Ojalá sea lo mejor que hayas pasado por su vida, que el recuerdo no se borre nunca y vivas siempre en ella.
Mi abuelo todavía está conmigo; en mi pensamiento, día tras día.
Un beso.

Jaclo dijo...

Gracias Arantza por hacerme creer que estoy en lo cierto.
Saludos y gracias también por tu visita.

Nine dijo...

No conocí a mis abuelos y me habría gustado mucho sentir su cariño y protección.

Ahora que puedes disfrutar de tu nieta es el mejor momentos que existe, el día a día, el presente es lo único que tenemos, hay que vivirlo con intensidad, y seguro que dejas profunda huella en el corazón de tu querida nieta.

Felicidades por esa niña.

Lindo poema y la historia como siempre muy interesante, las leo todas.

Abrazos.

Jaclo dijo...

Buenas tardes, Nine:
Gracias por tus frases. Siempre es grato ver que pasas por aquí.
Saludos