Extraño pensamiento.


Viendo las marmóreas columnas,
del templo que fue dedicado
al divino Caesar,
ante las esbeltez de su verticalidad
casi inmensa
en su treintena de metros,
se me viene a la memoria,
un pensamiento extraño...

No pienso en las ceremonias,
no me acuerdo de las imprecaciones,
no se me va el pensamiento
a los aromas del incienso
o a los de las esencias quemadas,
traidas de cualquier confín
del lato imperio Mediterráneo...

No. Pienso que al ser tan esbeltas,
se notará más que no son paralelas,
porque a plomada,
buscando cada una su verticalidad
con el centro de la Tierra,
formarán un ángulo, aunque pequeño
que las hará convergentes
hacia el suelo y divergentes
hacia los confines del azul,
al que las nubes de aromáticas esencias
se elevan...

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2 comentarios:

Sonia Schmorantz dijo...

Lindas colunas que já fizeram tanta história!
Um abraço e um belo domingo

Jaclo dijo...

De nuevo agradezco tu visita, Sonia.
Saludos