Remanso en la ciudad.


En los viejos muelles,
que el mayor calado
de los actuales barcos,
hizo quedar en desuso,
se han instalado unos pacientes
pescadores,
que dan y reciben,
a pocos metros
de un tráfico intenso,
una serenidad,
dificil de encontrar en la gran ciudad...

Tras ellos, un Chillida
que habla de la tolerancia.
Más lejos,casi perdida
entre verdes frondosos,
la silueta de una torre islámica
vigía desde siempre
y por la que embarcaron
marchando al destierro;
Al-Motamid e Itimad.

Y Uad-el kébir, como siempre
caminando sereno hacia la mar.

A pocos metros:
ruidos, apresuramientos, buses,
taxis, automóviles
que vienen y van.

Aquí no existe la prisa,
además es gratuito
todo lo que se ofrece y da.

Es algo que solo algunos
saben disfrutar.

Sin apuros de relojes
que marcaran horas tensas,
aquí solo se encuentra: Paz...

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4 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Mira que regalo!! "la paz".
Llegar a encontrarla, es sentirse bendecida por la vida misma.
La conozco aunque estes a gran distancia. Es mi mejor amiga. Lleva una vida reunirse con ella.
mi respeto

Sonia Schmorantz dijo...

Sempre gentil é um prazer receber sua visita, aqui tambem há muita coisa boa para ler!
um abraço e boa semana

Jaclo dijo...

Bonitas tus frases, Nerina. Es dificil encontrar la paz, pero si te llega ya no olvidas el camino para encontrarla de nuevo, si ocasionalmente se va.
Saludos

Jaclo dijo...

Buenos días, Sonia:
Tu blog siempre tiene cosas nuevas y gratas para leer y unas fotografías también muy bonitas.
Gracias por tus buenos deseos.