Página en blanco

Nunca sentí pavor
ante la página
en blanco,
porque antes o después,
sabía que la acabaría
llenando de trazos;
más o menos inconexos,
mas o menos hilvanados,
pero haciendo huir
el fantasma
del vacío.

Estas últimas semanas,
me sentía mudo,
ciego,
perdido entre la niebla.
Con la mente en blanco
y aprendí,
que cuando las ideas
no llegan,
no hay que desesperarse.
Sencillamente:
Son unas vacaciones
de las que venir
descansado...

Esperemos que las ideas lleguen
después,
para poder culpar
de la falta de ellas
al cansancio...

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3 comentarios:

Álvaro dijo...

Dicen que el vacío es ya algo...quizás también la poesía no sea nada....

Jaclo dijo...

Gracias: Álvaro por ésta y otras opiniones anteriores. Sin embargo, pienso que el vacío puede llenarse, en tanto que la nada, no. La Poesía -aún la ínfima- es algo y por tanto, no podría nunca ser nada.

Carlota dijo...

Creo que tienes razón, no hay que temer al blanco... al fin y al cabo, si no existiera, no sabríamos del momento en que de repente se te agolpan las ideas en tu cabeza, ese momento en que sientes la necesidad imperiosa de sacarlas fuera, ese momento mágico...
Por cierto, gracias por tu visita... el texto tiene un enlace, donde pone pinchad link, que te lleva al final del post, en otra página... no sé si lo verías. Un saludo.