La luz de la mañana en Granada



La luz en general y más aún en Granada, en las mañanas, es una vibración que a poco que nos esforcemos, sentiremos incluso con los oidos. Es un zumbido suave y grato, en el que rumores de fuentes recordadas más que vistas, llenan nuestra mente, complementando lo que vemos en esos instantes. Recordamos entonces, el sonido que hace al chocar con la taza árabe, el agua que cae desde los surtidores que previamente la han proyectado hacia arriba. Y ese sonido, inigualable a otro y perfectamente conocido, nos aquieta el espíritu, incrementando el sueño que dificilmente se puede separar entre lo que miramos en el bello paisaje, las leyendas conocidas a lo largo de nuestra vida sobre los lugares en los que estamos y el hormigueo de esa luz cambiante que quisiéramos poder llevarnos con nosotros, pero que si queremos de nuevo disfrutar, tendremos necesariamente que volver a Granada...


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1 comentario:

Álvaro dijo...

Es usted, señor, un poeta, padre de una poeta, y posiblemente esposo de una musa.

Gracias por tanta buena poesía.