"Ella".


Cuando "Ella" llega, un conjunto de sentimientos se complementan en su diversidad para producir unas sensaciones imposibles de describir. Me refiero al momento en que tras una larga espera, en la que su cortejo de nazarenos y nazarenas, bajo el antifaz de capirotes verdes y túnicas blancas, van pasando en la procesión de la madrugada del Viernes Santo en Sevilla.
Y lo que en principio es una manifestación de fé, trasciende de ello y es mucho más a nivel humano."Ella" es una de las innumerables representaciones de la Virgen María, según el Arte Barroco, imperante en esta Sevilla que no se puede definir. Y aunque también sea "una de", como más arriba escribo, aquí sin objetividad posible, entra la personalísima opción que sin descartar ni mucho menos otras, hace que "Ella" sea única y reine en tu corazón que la tiene grabada de mil maneras distintas. Y en tí; se unen vivencias, recuerdos de niñez, de personas que te acompañaron y ya no están, añoranzas, temblores inexplicables producidos por su belleza, sensibilidades producidas por los sones de las marchas procesionales a las que se le pueden detectar matices, los lugares que comunican una magia inexplicable, la desmesura de la primavera en esta ciudad con el olor intenso del azahar y sobre todo, el placer de contemplar ese rostro que puede tener mil expresiones según tu estado de ánimo o la forma de incidir la luz sobre la perfección de la imagen.
Se podría decir que la obra genial del siglo XVII, es atribuida a "la Roldana" o bien que es de escultor anónimo, pero ¿hace variar en algo la admiración de ver ese rostro de las mil facetas? Y así, sea en su desfile procesional de la madrugada del Viernes Santo de cualquier año, o en un día que visites su Basílica, te quedará admirado esa belleza de "Ella". También se le podrían buscar sonoridades a las cuatro sílabas de su nombre: Ma-ca-re-na, o bien definir si el nombre es romano o árabe, pero ¿para qué?
Podría comentarse sobre sus esmeraldas, regaladas por un torero famoso al que a su muerte tuvo el honor de que la Virgen vistiera luto...Se podría hablar y escribir infinito sobre "Ella", o bien del Cristo de la Sentencia, cuyo paso, precede al de la Virgen, que además de su antigüedad, presenta una excepcional armonía, acompañado de la Centuria de soldados romanos con insignias y banda de música, cuyos cascos portan plumas de avestruz y armaduras plateadas, componiendo un uniforme que no se parece en casi nada a los que usaron las legiones romanas...Se podrían tantas cosas...Pero, sencillamente llega "Ella" y quizá a los sones de la Marcha "la Macarena pasa" con el movimiento característico de sus varales cimbreantes y entonces, ves llegar hasta tí la imagen portando su enigmática sonrisa, quizá con uno de sus mantos verdes y entonces sabes lo que son los cánones de belleza. Sencillamente los de "Ella".
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2 comentarios:

Unknown dijo...

Buenos días, Jaclo:

He tenido ocasión de ver a la Macarena, esta semana, en efecto es especial. Salí del templo muy impresionada.
Un saludo y felicidades por esta ciudad

M

Jaclo dijo...

Milena:
La Macarena en efecto, es especial.
Pienso que el que la contempla, desea volver a hacerlo.
Saludos