17 de febrero.

Monumento a Becquer en el Parque de María Luisa de Sevilla.

Dentro de unos días, concretamente el 17 de este mes de febrero, se cumplirá un año más del nacimiento de uno de los poetas más conocidos del Romanticismo, que habiendo nacido en Sevilla, murió en Madrid cuando contaba solamente 34 años, a pesar de lo cual, le dió tiempo para escribir numerosas obras en verso, prosa, así como artículos periodísticos y dibujar, pues nuestro personaje, tenía una gran facilidad para este otro arte.
Me refiero a Gustavo Adolfo Dominguez Bastida, conocido no por estos apellidos, sino por otro de su padre, que tomó, no sólo él, sino también su hermano Valeriano, que era un excelente pintor. Ambos, fueron hijos de otro pintor costumbrista, llamado José Domínguez.
Gustavo Adolfo, Conoce pronto las tragedias familiares, quedando huérfano de madre a los cinco años y de padre a los nueve, frustrando esta orfandad, sus estudios de Naútica en la Escuela de San Telmo de Sevilla. A partir de ahí, es acogido por un familiar y comienza a interesarse por la literatura y la poesía, escribiendo sus conocidas Rimas, Leyendas, artículos en Prensa diversa de la época, dibujos en colaboración con Valeriano, etc.
Sus amores son a menudo o por decirlo más acertadamente, siempre, desgraciados. Una lo ignora, Josefina Espín. Su hermana -que es su Musa y cantante famosa de ópera- Julia Espín, tampoco le ama. A la vallisoletana Elisa Guillén, no le agrada su vida y cuando decide casarse con Casta Esteban, con la que tiene tres hijos, parece que hay duda que alguno de ellos sea suyo también.
Enfermo, preocupado por varios temas y con el desgarrado sentimiento romántico impregnando su vida, le llega el acontecimiento triste del fallecimiento de su hermano Valeriano al que estaba muy unido, en septiembre de 1870. Gustavo Adolfo, agotado por su enfermedad, triste y melancólico, fallece tres meses justos después de su hermano. Ese día, casi vísperas de Nochebuena, 22 de diciembre de 1870, hay un eclipse de sol. Y lo que son las cosas, en ese día cada año, se celebrará un sorteo de Lotería Nacional que será noticia anual, mucho más seguida que el aniversario del excelso escritor...
Personalmente, mis preferencias entre sus obras, están en la leyenda "los ojos verdes" en la que cuenta el hechizo sufrido por un cazador al llegar a una fuente, de la que transcribo el final:
"...De las aguas saltaron chispas de luz y se cerraron sobre su cuerpo y sus círculos de plata fueron ensanchándose hasta expirar en las orillas..."
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4 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Muy bella historia que compartes. un abrazo

Jaclo dijo...

Me alegra verte de nuevo, tras tu larga "ausencia"
Saludos, Nerina.

parkerazul dijo...

Sólo puedo decir que Bécquer y Miguel Hernández, que ya sé que no tienen nada que ver, hicieron que me acercara a la poesía, y ya no me he despegado nunca.
Quizá la tristeza de su vida produjo una obra tan hermosa.
Saludos.

Jaclo dijo...

Posiblemente, Parkerazul, de haber tenido una vida feliz, no hubieran sabido escribir de la tristeza y de la soledad, del amor y de la esperanza a pesar de todo.
Saludos