En la tarde lluviosa.

Circulaba sobre el costurón antiguo,
que la herida grisacea,
había construido
sacrificando millares de olivos.

Todo el día caminando,
cansado el cuerpo,
abatido el espíritu,
lleno de melancolía entre aquel mar de olivos
y al mirar por la ventanilla del coche,
pensé que nada había cambiado
desde que don Antonio
lo dejó escrito:

"Tiene Cazorla nieve y
Mágina tormenta, su montera
Aznaitín hacia Granada,
montes de sol y piedra.
Por el fondo del valle
el río agua turbia lleva"

Y yo; cansado, triste y abatido
busqué donde quedarme aquella noche
y acurrucado en la chimenea
de un mesón junto al camino,
dejé pasar las horas
en un duermevela pensativo...

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Jaén, marzo de 1999

2 comentarios:

Maribel Romero dijo...

Tus versos invitan a viajar a Cazorla ya. Muy entrañable.

Saludos.

Jaclo dijo...

Gracias, Maribel. Aquel lugar, es único. Allí entre otras cosas, nace el Río Grande de Andalucía...
También lo escribió Machado: "Un borbollón de agua clara, debajo de un pino verde..."
Saludos