El pato


El pato, anda torpemente,
pero, ágilmente nada.
Su cuerpo fusiforme,
se desliza rapido
y suave sobre el agua.

Sus patas de dedos unidos,
que le hacen lento en tierra
en el agua le sirven de
remos anchos como palas
con los que raudo nada.

Rápido y seguro,
muestra su elegancia.
Y nos mira diciendo:
Me dijiste torpe y
ahora ¿Qué pasa?

Si yo te juzgara nadando en el agua,
te diría seguro
que no dabas la talla.
Que al salir de su medio,
cada quien, no es nada...

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2 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Son bellos ellos, graciosos. Como bello es tu poema.Un homenaje sabes!!!
un mimo al alma!1

Jaclo dijo...

Siempre amable conmigo, Nerina. Gracias.
Un saludo