En ocasiones, sin que tenga una explicación conocida, hay momentos más o menos duraderos, en los que parece como si la vida hiciera una parada; los ruidos de la ciudad se aminoran considerablemente, la circulación de vehículos casi desaparece y hasta las personas sienten un "no sabrían qué", que les hace incluso hablar más bajo. Pueden ser condiciones climáticas transitorias, entrada de campos de fuerza insospechados, cambio en el magnetismo terrestre o quizá una ionización temporal, que se nota en el ambiente aunque no se sepa explicar.
Hace unos días, en la ciudad, hubo una especie de pausa o paréntesis, que duraría posiblemente sólo unos segundos. Los vehículos apenas circulaban y los pocos que lo hacían, casi no emitían ruido. Las escasas personas que veías en las aceras, se esforzaban en no romper un silencio que sin ser opresivo, era extraño. Hasta una paloma paró su beber en una fuente, a pesar de lo apetecible del agua, ante las altas temperaturas del verano en Andalucía.
Pasados unos breves instantes, las dos o tres personas con las que hablé del tema, coincidieron en el extraño silencio que se les hizo eterno. Después, todo continuó como antes, pero en ese corto -en medida- espacio de tiempo, se hizo la fotografía adjunta...
_____________
4 comentarios:
E é uma belíssima imagem, que as vezes se insere em meio ao barulho da cidade, para iluminar um pouco o dia...
Um abraço, tenha lindo final de semana
Buenos días, Sonia:
Gracias de nuevo por tu visita.
Saludos
Aquí también sucede amigo. Es todo un cambio. Hay que aceptarlo y vivirlo.
un abrazo
Buenas noiches, Nerina:
Graciass por tu estimada visita.
Saludos
Publicar un comentario