Hace pocos días, pasé por un lugar de culto en el que se realizaban ofrendas de velas. Mi impresión fué totalmente negativa, porque el oferente, adquiere una vela para colocarla y que permanezca encendida hasta su consumación, pero la realidad es bien distinta. A la vista está que la mala calidad de las mismas, hace que al poco tiempo de encendidas, la alta temperatura hace que se curven y se apaguen, mostrando la poca estética de los candeleros, al poco de encendidos.
Logicamente, las cosas tienen su por qué. En este caso pienso que está en la vela en sí, que en lugar de utilizar cera, que es un producto natural, y mantiene su tersura hasta que se consume, se emplea estearina, que aparentemente es igual, pero que ni se le parece. La cera, al fundirse, no huele. La estearina, sí. Simplemente, es mucho más barata. La estearina, es un compuesto de glicerina y ácido esteárico, que funde a algún grado menos que la cera, pero que entre cosas no tiene la consistencia para permanecer erguida que tiene aquella.
Si observamos la fotografía, el efecto es sin entrar en otros detalles, sencillamente desagradable.
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