lo que hacía allí.
Pensé marcharme, pero
¿Y si luego me pesaba?
Preferí seguir esperando
mientras dudaba.
¿No sería demasiado ya?
Cambios continuos de aptitud,
dudas, peros, incertidumbre...
¿Qué podría hacer?
Y entonces, resolviendo
mi pregunta interna,
llegó el autobús.
Por un instante breve
pensé: por fín podré visitarla,
pero de inmediato,
casi compulsivamente,
miré el reloj y comprendí
que se me había hecho tarde...
Sin disgustarme siquiera,
dejé que pasara el autobús
y crucé a la acera opuesta
para tomar el que me llevaría
a mi transbordo inicial...
Una nueva espera
y de nuevo la duda:
¿Había obrado correctamente
al resignarme sin más?
Miré al cielo sin estrellas
y allí, igual que desde la acera
de enfrente,
la luna se veía como antes,
igual, igual que mi duda constante...
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4 comentarios:
Dúvidas e mais dúvidas que nos acontecem sempre, enquanto isso o tempo passa e novas dúvidas surgem, fizemos ou não fizemos a escolha certa?
Um abraço
Gracias por tu visita, Sonia.
Un saludo
Las dudas, las inquietudes...no nos dejan actuar como verdaderamente somos y nos inundan de miedos.
Un saudo
La duda siempre existe. A veces es mayor que otras, simplemente.
Saludos.
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