Al pasar.


Al pasar una mañana,
frente al desconchón abierto
por un encuentro afortunado,
al desmontar la fachada,
pensé que esa casa tiene,
además de paredes, alma.

Y es, como si fuera persona,
con partes nobles y otras
por lucirse avergonzadas.

Que junto al ladrillo antiguo,
blanco, por la cal en él depositada
o la piedra, traida de no se donde,
que nos habla sin palabras,
de construcciones romanas,
de torres, de arcos triunfales,
quizá de bien trabadas murallas,
formando conjunto imposible,
de una heterogénea masa...
Resistente ante los siglos
que ha visto pasar impávida.

Y mientras, aquella amalgama
tan diversa, sostuvo la casa.

Hoy, destilando humedad,
se nos muestra algo humillada,
pero en breve, con cuidados que precisa
nos mostrará con orgullo,
que ella es por sí sola,
un tratado,
sobre la historia pasada...

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1 comentario:

Jaclo dijo...

Agradezco su visita, tagskie.
Saludos