La arista agresiva, del prisma
que afianza el ábside de una iglesia,
nos muestra sencillamente
como resistir a un terremoto
sin haber determinado en su época
la llamada norma sísmica.
Y sin calcular espesores,
sin preocuparse por la densidad
de la piedra,
sin pensar que el adobe es más elástico
y que la mezcla las sacudidas atempera...
Al pasar por la esquina agresiva,
mas abajo redondeada,
nos muestra la calidad de una obra bien hecha
tan solo usando una plomada, un
rústico nivel y eso sí: la cabeza.
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2 comentarios:
...y las manos, recuérdelo profesor:)
Un saludo
Elía:
Quizá también las herramientas...
Saludos
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