Halloween(s) de importanción aparte, cuando llega esta fecha, una parte de los habitantes de este pais nuestro, -posiblemente los de una edad más que media- nos acordamos de la figura de don Juan Tenorio y de sus connotaciones con el día de difuntos. Sobre don Juan Tenorio, se han escrito diversas versiones, realizado numerosas películas, así como ensayos hasta por reputados psiquiatras, tratando de explicar un algo inexplicable, porque querer entender un hacer determinado bajo luces distintas de costumbres, manera de entender las creencias así como la forma de desenvolverse la sociedad, está totalmente falto de realidad.
A don Juan, hay que tomarlo como personaje que en una época determinada, existía y que convivía con una forma de ver el honor y los privilegios de casta, unidos a otras maneras de enfocar la vida. Es una época en la que conviven los hidalgos pobres como el retratado en "el Lazarillo" con los altaneros soldados de los tercios, acostumbrados a ser los que imponían la ley a media Europa, retratada en Breda que habían sido veteranos de Ceriñola o habían participado en el saco de Roma o Amberes. También la época de "la Celestina" o de las pócimas de cuerno de hipopótamo, que hacía retractarse de sus opiniones a todo el que no dijera que el mundo era plano o que el hombre no era el centro del universo...
Y a la figura de don Juan, que hace responsable al cielo, de su vida, porque "clamó al cielo y no le oyó", representada en esta estatua del barrio de Santa Cruz de Sevilla, en el año 2009 ya correspondiente al siglo XXI, se le posan palomas en su cabeza...
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2 comentarios:
Creo que era una época de grandes contrastes. Ricos y pobres, porque la gente de medio pelo lo ocultaba como podía. Pasando por míseros o manteniendo una posición ya perdida. Pero mentiras por mentiras, crees que esta época es mejor?. Sólo hay que ver la tele. Ufffff
"Clamé al cielo y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra, responda el cielo y no yo"
Cuántos firmaríamos eso?. Te aseguro que yo sí.
Zorrilla plasmó ahí el sentimiento de muchísimas personas de todos los tiempos. Sigue de plena actualidad, te aseguro que ese juramento lo he soltado con frecuencia y nunca porque sí.
Anda, quitad las palomas a ese pobre hidalgo.
Un saludo
Parkerazul:
Ya hay monumentos en Sevilla, que lamentablemente a mi juicio, incorporan una serie de afiladas agujas para que las palomas no osen posarse...
¡Ah! Gracias por tu visita.
Saludos
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