En el campo, a veces
encuentras encuadres
que artificiales parecen
y sin embargo, no lo son.
Basta con llevar los ojos
abiertos,
tratando de guardar en ellos
la belleza
del contraste natural.
Posiblemente, si la imagen
fuera el resultado de un cuadro,
tenderíamos a decir,
que no era natural...
Y sin embargo; aquí vemos:
el granate, junto al verde,
cercano al violeta, tocando el azul,
próximo al blanco y aún del sepia.
Y este conjunto
en su unión algo selvático,
no resulta abigarrado a la mirada,
por lo natural de su colocación...
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