Hace mucho tiempo
leí un poema.
no se si era una jarcha
0 un zéjel, 0 una qasida.
Me es igual.
Tampoco recuerdo si lo escribió
Mutamid, o Ibn Jaldún
o Wallada. Decía:
-perdida su frescura en el tiempo ido-
"tus ojos negros,
son el laberinto
en el que sé que me perderé
irremisiblemente,
pero aunque lleno de temor, sólo sé
adentrarme cada vez más en él,
aún a riesgo de no saber salir..."
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Nota:
¿Qué más dá quien lo escribiera y si en realidad lo hizo?
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2 comentarios:
La verdad es que da igual quién lo escribiera ni cómo, el caso es que es precioso. Me ha gustado mucho y lo voy a copiar, con tu permiso, para guardarlo.
Un saludo
Ya ves, a veces nos introducimos en el laberinto, a sabiendas...
Un saludo.
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