Tu conjunto acogedor
podría concretarse
en siete piezas
de hierro fundido,
con formas predeterminadas,
que unidas después
mediante veinte tornillos,
llegas a ser un resultado
estético,
que alineado junto a otros
que te copian,
ofreceis descanso
sin discriminación alguna,
lo mismo al mendigo cabizbajo,
que al fatigado caminante,
o al pensativo sin horas medidas
ni apresuradas,
siendo también, testigo mudo,
a veces,
de bellas palabras de amor...
La lluvia, en ocasiones
discurre sobre tí,
abrillantando tus sobrios colores
y el sol, posteriormente,
al evaporar con su calor el agua,
irisará tu pintura,
mostrando, más si cabe
la sencilla belleza
de tu férrea solidez...
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2 comentarios:
Son tan bellos además. Me inspiran romanticismo y ternura siempre.
Viste que eres observador nato!!
un abrazo afectuoso
Buenas noches, Nerina. Ahí, serán mañanas. Dará igual. Tus palabras, siempre gratas y el saludo también para tí, afectuoso.
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