Arena que te deslizas
suavemente,
entre mis dedos,
intemporalmente...
¡Intemporalmente, nó!
que te tomas tu tiempo
y el mío, que se consume.
Digamos, mejor,
que parece que no cuenta
el tiempo, para que pases
desde mi mano,
deslizándote suavemente...
Y sin embargo,
¡ya lo creo que pasa
el tiempo...!
Oye, arena:
¿Qué se siente
cuando te sitúan
entre dos capsulas de vidrio
y vuelven y vuelven
a hacerte pasar
el mismo recorrido
arriba y abajo,
para que precisamente
tu pasar,
marque el tiempo?
Posiblemente desearías huir
de ese lugar que te aprisiona,
para no ser responsable
con tu inexorable
discurrir -hecho medida-
de la extinción de muchas
cosas felices...
Quizá te agrade recordar,
que sirves como elemento
moldeador
para piezas de fundición
de las mas variadas formas...
También puedes unirte a
otros elementos;
como la cal y el agua
y a veces el cemento,
para construir alianzas
duraderas...
Estoy cierto,
que preferirás sin duda,
que un niño a la orilla del mar,
se sirva de tí
para levantar,
castillos de imposibles ilusiones,
-efímeros como ellas-
que una ola mas fuerte
que sus compañeras,
abatirá en un segundo,
pero a pesar de ello,
-y aunque haya sido por
breves instantes-
nadie podrá arrebatarte ya,
haber sido, su imaginada
ilusión mas creible...
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